Nos trasladamos a http://altervillarrobledo.wordpress.com/, un blog colectivo que compartimos con otros movimientos y activistas.
Día Mundial del RECICLAJE
May 17, 2011Hoy se celebra el Día Mundial del Reciclaje. Como esta cuestión tiene mucho que ver en la conformación del GEV, subimos aquí unas imágenes para sumarnos a la conmemoración. Son algunos de los carteles con lemas que realizaron estudiantes del IES Cencibel y que pueden verse aún en las paredes del centro. También subimos una de las imágenes que se están difundiendo por la red entre los grupos ecologistas. Y el enlace a un texto interesante que hace unos días se publicó en la web de GreenPeace. Esperamos que algún día no sea necesaria esta anual llamada de atención, porque el reciclaje (y la reducción del consumo innecesario, y la reutilización y la recuperación) sean una realidad cotidiana.
8 de Mayo: Manifestación ANTINUCLEAR estatal en Madrid
May 3, 2011Domingo 8 de mayo – 12:00h Puerta de Toledo
Van a desplazarse activistas desde todos los rincones del Estado. Desde Albacete, Greenpeace y Ecologistas en Acción apoyamos esta convocatoria y ponemos un autobús. Quien quiera venirse, que se pase por la siguiente direccion hasta el viernes de 10 a 13:30 y de 18 a 20:30: Calle Zapateros,33. Étika Tiempo Libre. O contactad con alguna de las 2 entidades. El precio del viaje es de 5€ , dejad un telefono o e-mail cuando os apunteis por si hay cambios. Saldremos a las 8 de la mañana, desde la Avenida de la Estacion (delegacion de educación) y regresaremos sobre las 7 de la tarde tras comer en Madrid, (de bocadillo o en bares). Animo y apuntarse, llevad si es posible mascarillas, monos blancos, carteles, … Desde el GEV, como es lógico y coherente con lo que defendemos, apoyamos esta manifestación y participaremos en ella.
Convocan: •Acción en Red •Acsur •Amigos dela Tierra•ARBA •Asociación Ecologista del Jarama El Soto •Asociación Paz Ahora •CGT •Confederación de los Verdes •Confederación Intersindical •Cristianos de base •Ecologistas en Acción •Ecolo-Verdes •Equo •FRAVM •Globalízate •GRAMA •IU Federal •IU Madrid •Izquierda Anticapitalista •Jarama Vivo •Los Verdes-Grupo Verde •O2O3 •Partido Comunista de Madrid •PlataformaTérmicas No-Aire Limpio •Solidaridad Obrera. Se adhiere: •Greenpeace
Chernóbil, Fukushima,… ¡Nucleares cierre ya!
La energía nuclear es incompatible con un modelo energético ambientalmente sostenible. No es económicamente eficiente y no es socialmente justa. Ni segura, ni limpia, ni barata.
De hecho, la energía nuclear ha demostrado ser un fracaso económico, tecnológico, medioambiental y social, causando graves problemas a la salud pública y al medio ambiente: accidentes nucleares (tan graves como los de Chernóbil y Fukushima), generación de residuos radiactivos imposibles de eliminar y especial contribución a la proliferación de las armas atómicas.
El movimiento antinuclear español se solidariza con el pueblo japonés ante la tragedia que está viviendo y exige un calendario de cierre urgente de las centrales nucleares comenzando por Garoña, además de la retirada del actual proceso de selección del emplazamiento del ATC, Almacén Temporal Centralizado, con apertura de un verdadero proceso democrático de participación pública.
La energía nuclear es muy peligrosa. La tragedia de Chernóbil demuestra su capacidad de generar catástrofes. La radiactividad liberada en aquel desastre viajó miles de kilómetros, traspasando todo tipo de fronteras y cobrándose decenas de miles de víctimas mortales, además de dejar un rastro de personas afectadas cuya cifra, 25 años después, sigue aumentando.
El accidente de Fukushima, pese a la presión mediática del “lobby” nuclear, que intentó ocultarlo desde el primer momento, está afectando a decenas de miles de personas. Los territorios evacuados permanecerán vacíos durante muchos años. Los costes, ya superiores a los de Chernóbil, no serán asumidos por la empresa eléctrica explotadora y recaerán sobre el erario público. Estamos viviendo una tragedia de dimensiones descomunales, a la que no se ve fin y en la que cada día aparecen más datos escalofriantes.
La energía nuclear es muy sucia. Las centrales nucleares generan residuos radiactivos cuya peligrosidad permanece decenas de miles de años y cuya gestión, tratamiento y/o eliminación son cuestiones aún no resueltas. La industria nuclear no ha sido capaz de encontrar una solución técnica satisfactoria y segura para el grave problema de los residuos.
La energía nuclear es muy cara. Necesita fuertes subsidios estatales de forma continua para poder existir, no paga el coste real de la responsabilidad civil en caso de accidente, es un obstáculo a las energías renovables y aumenta el coste del recibo de la luz.
La inmensa mayoría de la población española rechaza la energía nuclear. La viabilidad técnica y económica de un sistema de generación eléctrica basada al 100% en energías renovables es un hecho comprobado y genera 5 veces más empleo que la nuclear por cada unidad de energía producida.
Es el momento de abandonar la energía nuclear. Es exclusivamente una cuestión de voluntad política pues no hay ningún problema técnico, energético o económico que lo impida. Es lo más deseable desde el punto de vista de la seguridad y de la protección del medio ambiente y la salud.
Sin nucleares tendremos un mundo más sano, más limpio y más seguro
Pincha aquí para descargar la Octavilla 8 de Mayo
Ecologistas en Acción pide el cierre definitivo de la central nuclear de Ascó
May 1, 2011Ecologistas en Acción pide el cierre definitivo de la central nuclear de Ascó después de que 14 operarios hayan sido contaminados por agua radioactiva del circuito primario.
La apertura accidental de una válvula del circuito primario mientras se procedía a la calibración de uno de los cuatro canales de recirculación semiautomática desde los sumideros del edificio de contención ha esparcido unos 25 m³ de agua radioactiva que ha alcanzado a 14 operarios que participaban en las tareas de recarga de Ascó I, alcanzándoles el agua radioactiva a los tobillos.
Aunque se ha procedido a la evacuación de los operarios del área contaminada, así como a la retirada del calzado contaminado y a los controles radiológicos que en principio descartan contaminación radioactiva interna, se trata de un accidente sumamente grave ya que existe un riesgo inherente para la salud de los trabajadores por la dispersión inevitable de material radioactivo.
A pesar que el circuito primario disponga de filtros de resinas de intercambio iónico que tienen como función la retención, a priori, de la radioactividad, existen tres tipos de isótopos radioactivos que pueden escapar al filtraje. Concretamente se trata del tritio, el iodo 131 y el cesio 137, los cuales también han sido liberados en el accidente de Fukushima.
Por otro lado aunque se ha comunicado la retirada del agua contaminada del pozo seco, no se ha determinado cual ha sido su nuevo destino.
Para Ecologistas en Acción se trata de un accidente, por mucho que el operador haya declarado que “se trata de un procedimiento no muy adecuado”, por ello y ante los múltiples sucesos que se están produciendo en la central nuclear de Ascó, Ecologistas en Acción demandará una investigación al CSN.
No obstante y ante la más absoluta ausencia de seguridad en Ascó, Ecologistas en Acción exige nuevamente el cierre inmediato de la central, es por ello que pide que no se renueve la licencia de explotación cuyo vencimiento se produce a finales de este año para los dos grupos.
Más información: Francisco Castejón (639 104 233) y Miquel Llop (670 729 347).
25 años de Chernóbil
abril 26, 2011Publicamos un texto que, con motivo del 25 aniversario de la catástrofe nuclear de Chernobyl, nos ha hecho llegar el compañero de Ecologistas en Acción – Albacete, José Julio del Olmo. Al igual que tantos otros en todo el Planeta, nosotros también decimos alto y claro, hoy igual que ayer y que mañana:
El 26 de abril de 1986 hapasado a la historia reciente de la humanidad, unido al nombre de Chernóbil, por el mayor desastre ecológico, económico y social ocurrido en tiempo de paz. Ese día, en medio de una prueba en la cual se simulaba un corte eléctrico, el reactor 4 de la Centralaumentó de forma imprevista su potencia, lo que produjo un sobrecalentamiento de su núcleo que hizo explotar el hidrógeno acumulado en su interior, liberando enormes cantidades de uranio, cesio, estroncio, erbio y otros isótopos radioactivos. Las autoridades de la antigua Unión Soviética intentaron durante dos días ocultar el desastre, y sólo cuando varios países europeos detectaron niveles anormalmente altos de radiactividad en el aire, reconocieron lo sucedido. La calificación del desastre alcanzó la máxima en la escala de sucesos nucleares: nivel 7 en la escala INES (International Nuclear Event Scale). Las consecuencias de esa explosión fueron terribles: en los primeros días, más de treinta personas murieron por la contaminación recibida en las tareas de “control” del incendio del reactor, y más de ciento treinta mil personas que vivían en la ciudad que daba nombre a la central fueron desalojadas de sus casas, sin poder recoger ninguna de sus pertenencias. Decenas de miles de trabajadores, conocidos como “liquidadores” trabajaron en pésimas condiciones para retirar los materiales de mayor actividad y poder acceder al núcleo fundido del reactor y cubrirlo con hormigón. En los años siguientes, miles de personas desarrollaron diferentes tipos de cánceres y otras enfermedades, sin que hasta el momento se conozcan las cifras reales de muertes, malformaciones y lesiones producidas por la exposición a la radiación en Ucrania, Bielorrusia y varios países más de Europa. Otra de las consecuencias que produjo la catástrofe de Chernóbil fue el declive económico y social que aceleró la caída del muro de Berlín y el final dela U.R.S.S.
Veinticinco años después de aquella tragedia, la situación se repite en otra instalación nuclear de uno de los países más avanzado tecnológicamente, cuyas centrales se aseguraba que estaban construidas a prueba de terremotos y tsunamis. Sólo que en el caso de Fukushima son cuatro los reactores dañados y la cantidad de radiactividad que puede liberarse podría superar en los próximos meses la de Chernóbil, como ha reconocido la propia Agencia Nuclear de Japón. Si bien es verdad que aún no se ha producido ninguna muerte directamente debida a la radiactividad liberada, las consecuencias futuras son inciertas. Sin embargo, las consecuencias sobre la agricultura, la pesca, el turismo, el abastecimiento eléctrico o la subsistencia de las poblaciones más próximas, son más pesimistas conforme van pasando los días y se recogen nuevos datos de contaminación del aire, del agua y del suelo. Un mes después, la calificación volvió a alcanzar, como en el caso de Chernóbil, el nivel 7. Günther Öttinger, comisario de Energía dela Unión Europea, recurrió a Dios y ala Bibliapara describir la crisis nuclear japonesa. «Hay quienes hablan de apocalipsis y la palabra me parece muy apropiada», dijo el comisario en el Parlamento Europeo. «Todo está prácticamente fuera de control», agregó. «No excluyo lo peor en horas y días venideros», insistió. Antes se había encomendado al Cielo: «Espero que con la gracia de Dios se pueda evitar lo peor».
Sin embargo, los sucesos de Chernóbil y Fukushima no son los únicos, aunque sí los más graves, de la corta historia de la utilización de la energía nuclear. Recordemos que sus inicios, en 1945, fueron las dos bombas lanzadas por Estados Unidos sobre Hiroshima y Nagasaki. Pero, además, durante las cinco décadas siguientes, cientos de pruebas nucleares por parte de las naciones con armamento atómico (EE.UU., Francia, Unión Soviética-Rusia, Reino Unido, China, India, Pakistán y Corea) han contaminado océanos, ríos, acuíferos, desiertos, y estepas con miles de toneladas de material radiactivo. Y las centrales nucleares que producen la energía “más limpia y barata”, como se esfuerzan en repetir sus partidarios, están plagadas de sucesos y accidentes en los poco más de cuarenta años de vida desde que en 1964 se puso en marcha el primer reactor nuclear con fines pacíficos en Calder Hall (Reino Unido), y aún hoy sigue pendiente de resolver (si es que hay respuesta posible) a la cuestión de los residuos de las centrales nucleares. Nuestro país cuenta en la actualidad con ocho reactores en funcionamiento, después del cierre de Zorita, en 2006 y el incendio y posterior cierre de Vandellós I en 1989, calificado con el nivel 3 de la escala INES. Dos de ellos son de la misma tecnología que el de Fukushima: el de Garoña, en Burgos, cuya vida útil ya ha alcanzado el tiempo previsto y prorrogado hasta 2013 por el gobierno español, y el de Cofrentes, que se ha autorizado recientemente una prórroga de diez años a su vida prevista de treinta años, que cumplirá en 2014.
Finalmente, hay que recordar la cuestión pendiente de la ubicación de los residuos nucleares que se han producido y seguirán produciéndose mientras dure la actividad de las centrales españolas. El llamado ATC (almacén temporal centralizado) deberá contener los materiales de mayor actividad durante los próximos ochenta a cien años, mientras se encuentra una solución a la gestión de esos peligrosísimos, durante miles de años, productos de la fisión del uranio. La decisión es una espada de Damocles que pesa sobre distintos municipios españoles, entre ellos el más próximo a Albacete de Zarra, a menos de veinte kilómetros de localidades como Carcelén, Alatoz o Almansa.
Aunque sólo han pasado veinticinco años desde que el mundo tembló viendo lo que estaba sucediendo en Chernóbil, ha tenido que ocurrir otra vez en Fukushima para que las voces de la humanidad se oigan más que las de los que se empeñan en poner en riesgo la vida en nuestro planeta. ¿Será esta vez la última ocasión? “Entre todos hay que levantar” como cantaba Labordeta.
Activistas de GreenPeace realizan proyecciones en todas las centrales nucleares españolas
abril 11, 2011
La organización pide que se ponga fin a la era nuclear y se apueste definitivamente por un sistema energético eficiente, inteligente y 100% renovable. Los análisis de Greenpeace en Japón demuestran altos niveles de radiactividad en zonas densamente pobladas en el área de 40 kms. de radio de la central nuclear.
Activistas de Greenpeace han proyectado imágenes y mensajes antinucleares en todas las centrales nucleares españolas en operación para reclamar el fin de la era nuclear. En el día en que se cumple un mes del el accidente nuclear, iniciado tras el terremoto y el tsunami de ese mismo día, “No más Fukushima”, “Peligro nuclear” o “Danger” han sido los mensajes proyectados por Greenpeace en todas las centrales nucleares para reclamar el abandono de la energía nuclear y el cumplimiento del compromiso que, al respecto, tiene el PSOE.
Con esta acción pacífica, Greenpeace llama la atención sobre el funcionamiento peligroso de las centrales nucleares españolas. El parque nuclear español está al final de su vida útil (su vida media es ya de 29 años) y sufre graves problemas de seguridad, especialmente la central nuclear de Garoña que tiene importantes problemas de corrosión en diversos componentes de la vasija del reactor (el “corazón” de la central, que encierra el combustible de uranio). Además, la Cultura de Seguridad de la mayoría de los titulares de estas centrales es muy deficiente, lo que ha provocado situaciones de riesgo muy graves (Garoña, Cofrentes, Vandellós-2…), e incluso escapes radiactivos al exterior (Ascó-1). Todas ellas son muy vulnerables frente a posibles ataques terroristas, como Greenpeace demostró, mediante acciones pacíficas, el año 2002 en Zorita, en 2007 en Almaraz y en 2011 en Cofrentes.
Ninguna central nuclear española resistiría el impacto de un avión de pasajeros, como ha reconocido ya hasta el FORATOM (lobby nuclear europeo), ni el de un misil. Además, tras el accidente nuclear en Japón, ha quedado en evidencia la incapacidad de centrales nucleares como Garoña y Cofrentes, del mismo tipo que las de Fukushima, de garantizar la refrigeración del núcleo de uranio en caso de pérdida de suministro eléctrico.
Por ello, Greenpeace pide que se incluyan toda una serie de pruebas en los llamados “stress test” que se van a realizar a las centrales nucleares. Precisamente, está previsto que mañana se debata en el Congreso de los Diputados una Proposición No de Ley del PSOE sobre esta pruebas y sobre el cierre de Garoña.
Greenpeace considera que, además de probar la resistencia de las centrales nucleares ante terremotos e inundaciones extremas (por causas naturales o por rotura de presas aguas arriba de la central), las centrales deben demostrar que son capaces de superar posibles ataques terroristas, sabotajes y ciberataques, así como el impacto de aeronaves o misiles (por accidente o ataque terrorista). Asimismo, es necesario probar la integridad y resistencia del conjunto del sistema primario de los reactores, la resistencia de sus sistemas de contención primaria y secundaria y la capacidad de respuesta de los sistemas de refrigeración de emergencia ante situaciones como las vividas en Fukushima (falta de refrigeración del combustible, daño al núcleo, fusión parcial del núcleo…).
Últimos datos de Greenpeace en Japón
Después de que dos equipos de expertos en protección radiológica de Greenpeace hayan llevado a cabo exámenes más amplios en el área fuera de la zona de exclusión que rodea a la central nuclear siniestrada de Fukushima, Greenpeace demanda al Gobierno japonés que la región de Fukushima reciba el estatus de protección oficial y que se proceda a la evacuación de las mujeres embarazadas y los niños de las zonas de alto riesgo de la ciudad de Fukushima y Koriyama.
La organización ecologista internacional también ha pedido al Gobierno japonés que evacue completamente varios puntos muy contaminados por la radiación, incluyendo las ciudades de Iitate y Namie, después de que el análisis de los datos obtenidos por los equipos de Greeenpeace revelara contaminación generalizada por cesio.
“La población en el área metropolitana de Fukushima podría recibir potencialmente una dosis de radiación de más de 5 milisieverts por año, que fue el límite para la evacuación de Chernóbil, después del desastre en 1986”, ha dicho la Dra. Rianne Teule, experta de Greenpeace en protección radiológica.
Los equipos de expertos en protección radiológica han registrado niveles de radiación de 4 microsieverts por hora en un parque infantil de la cuidad de Fukushima, y de 2,8 microsieverts por hora en un santuario de Koriyama. Estos niveles son suficientemente altos como para exponer a la población a la cantidad máxima de radiación anual en cuestión de semanas. El análisis de la tierra realizado por la Universidad de Kyoto indica que más del 80% de la radiación en estos puntos afectados son isótopos de cesio, que persistirá en el medio ambiente por varios años.
Los equipos también encontraron niveles de radiación por encima de los niveles oficiales en hortalizas cultivadas en huertas cerca de la ciudad de Fukushima, Koriyama y Minamisoma, así como de un supermercado de la ciudad de Fukushima. Al menos una de las hortalizas analizadas tomadas de la región podría ser catalogada como residuo nuclear.
“Con más de un millón de personas viviendo en la ciudad de Fukushima y en el área de Koriyama es inaceptable que las autoridades continúen ignorando la gravedad de la situación”, ha concluido el Director Ejecutivo de Greenpeace Japón, Junichi Sato. “El Gobierno no solo tiene que procurar a la población consejos claros sobre cómo protegerse de la radiación sino que tienen que empezar a pasar a la acción declarando el estatus de protección oficial”.
Greenpeace considera que el grave accidente nuclear de Fukushima, que sigue sin control un mes después de su inicio y que ha provocado ya una importante contaminación radiactiva, debe obligar al Gobierno central a cumplir su compromiso de poner en marcha un calendario de cierre progresivo pero urgente de todas las centrales nucleares españolas.